¡Vaya!
En primer lugar, quiero comenzar reflexionando sobre la obra del Señor en este viaje a Cuba. ¡El Señor realmente apareció y se manifestó!
El primer día de viaje fue mucho más tranquilo de lo que cabía esperar. Pocos contratiempos y ningún retraso en los vuelos ayudaron a nuestro equipo a confiar en el éxito del viaje.
El segundo día fue nuestra primera oportunidad de ministrar y evangelizar en persona. El equipo se asoció con una pequeña iglesia de las afueras de Camajuaní para proclamar el Evangelio a los aldeanos incrédulos. Al ayudar a la iglesia en sus esfuerzos de evangelización, los aldeanos conocieron a miembros de la iglesia que pueden seguir persiguiendo a los incrédulos y trabajar para discipular a los nuevos conversos.
Cuatro grupos celulares fueron a las comunidades para evangelizar a tres familias cada uno. De estos grupos, sabemos que al menos cuatro personas oraron por la salvación. Molly y otro americano ayudaron a una joven cristiana cubana a evangelizar a sus vecinos. Después de detenerse en la casa de una pareja de ancianos, el equipo comenzó a presentar un cubo de cinco galones con un filtro de agua Sawyer a la pareja. La pareja compartió que tienen que traer agua a su casa de un pozo contaminado. Esta historia dio a Molly la oportunidad de contar la historia de la Mujer del Pozo que, al hablar con Jesús, supo que necesitaba agua viva, una salvación que la satisficiera. Molly preguntó a la pareja qué les satisfacía en la vida. Al no escuchar nada, Molly les preguntó si querían ser satisfechos por el agua viva - satisfechos en la obra terminada de Cristo. Con alegría dijeron que sí y oraron por la salvación. La pareja mencionó que habían buscado durante años algo que les satisficiera, incluso sumergiéndose profundamente en la santería y las prácticas místicas. Nada en su vida les había satisfecho. Los cristianos cubanos del equipo contaron después que la anciana había sido hechicera de santería, creando pócimas y lanzando hechizos para curar y dar satisfacción a los demás. Vio que nada de lo que hacía era suficiente para la salvación.
A menudo, tenemos una interacción limitada con quienes practican la santería. Es una práctica oscura que está profundamente arraigada en la cultura cubana. Cada vez que alguien abandona la oscuridad de la santería y recibe la luz de la vida a través de Cristo es un momento de verdadera celebración. Estamos muy agradecidos de que el pastor podrá reunirse con la pareja, traerlos a la iglesia, y ayudar a discipularlos en la gracia y el conocimiento de Cristo.
El día 3 fue un día muy ocupado centrado en los esfuerzos de discipulado. Este fue el primer día en que nuestro equipo tuvo el reto de animar a los cristianos cubanos en el liderazgo espiritual. Muchas personas asistieron a talleres de liderazgo organizados por una iglesia asociada en el corazón de la ciudad. Muchas de estas personas eran creyentes nominales que no deseaban el estudio personal de las Escrituras. Uno de los miembros de nuestro equipo les dijo que si realmente aman al Señor y aman a su prójimo, no ignorarán el llamado a conocer a Cristo más profundamente. Por el contrario, buscarán el debate, la responsabilidad y la comunidad con otros, estimulándose mutuamente al amor y a las buenas obras. Por primera vez, estas personas se sintieron impulsadas a comenzar estudios bíblicos y grupos pequeños para su crecimiento personal. Ahora, los miembros de la iglesia pueden invitarlos a los grupos celulares que organizan cada semana en sus hogares.
Más tarde, esa misma noche, se formaron equipos para llevar a cabo estudios bíblicos. Después de que uno de los equipos presentara el mensaje "Renueva tu corazón y tu mente para vivir tu vida para la gloria de Dios", una no creyente a la que la iglesia había estado persiguiendo durante mucho tiempo se sintió convencida de su pecado y oró para recibir a Cristo y rendir su vida a su Señorío. Una vez más, la iglesia es capaz de envolverla en su comunidad y discipulado.
El objetivo de TOI nunca es asumir el trabajo de la iglesia en Cuba. Por el contrario, nuestro objetivo es equipar, empoderar y animar a la iglesia cubana a seguir luchando por el Señor. ¡El Señor escuchó nuestras oraciones y deseos y fue verdaderamente bondadoso al encontrarnos en ellos y redimirlos para Su gloria y para el crecimiento de Su familia!
El cuarto día fue el día de agradecimiento a nuestro equipo cubano. Les llevamos a un pueblo de playa para que hicieran turismo y se montaran en tirolina. Por la noche, les pedimos que se sentaran y nos dejaran prepararles la cena y servirles. Este momento fue vital para animar a nuestro equipo a saber que son amados, apreciados y una parte igual de la familia de Dios. Esta cena fue un hermoso momento de ofrecimiento de descanso para el equipo y un recordatorio de que, como estadounidenses, no debemos olvidarnos de estimar a los demás por el trabajo que hacen y por lo que son.
El día 5 fue nuestro día de viaje de vuelta a casa. Alabado sea el Señor porque no hubo problemas y todos regresamos sanos y salvos a casa. El Señor es bueno y fiel a su pueblo.